Introducción

En la primera mitad del siglo XX, el cliché sobre la mayor religiosidad de las mujeres moldeó la campaña por el sufragio femenino en muchos países católicos. Si, por otra parte, miramos hacia la Edad moderna, los varones se consideraban dotados de una fuerza espiritual y moral mayor que la de las mujeres, lo que les hacía más resistentes al pecado y, por lo tanto, responsables de guiar a los más débiles por el camino correcto, aunque fuera por la fuerza. En este coloquio nos proponemos examinar cómo el  género ha intervenido en los discursos y el ejercicio de poder, en el sentido más amplio, de voluntad de moldear las vidas humanas. Nos centramos  particularmente en casos en los que el poder se articuló y legitimó mediante interacción y entrelazamiento entre los discursos de género y los sistemas de creencias.